Es bastante común encontrar noticias que cuestionan la viabilidad de las energías fósiles como principales fuentes de energía en el futuro. La evolución creciente de la demanda energética y el descenso en las reservas mundiales de dichos recursos son las variables que marcarán la pauta de un futuro no tan lejano. La rentabilidad de los mismos ha decrecido enormemente y serán otros, que están resultando mucho más competitivos como la energía solar o la eólica, los que se impongan en la vida cotidiana.
Muchas son las ventajas que ofrecen y han convertido a las energías renovables en la mejor alternativa hasta la fecha. Por una parte, se trata de fuentes inagotables. Esto significa que gracias a ellas ya es posible solventar el gran problema al que se enfrenta hoy en día la humanidad, el inevitable agotamiento de las energías fósiles. Además, a diferencia de la energía nuclear, son respetuosas con el medio ambiente, no contaminan y no requieren la custodia de residuos tóxicos durante millones de años. Por lo tanto, son energías seguras que no suponen ningún riesgo para la salud. Por otro lado, su instalación se traduce en un impulso en todos los aspectos para la región donde se lleva a cabo, dado que implica el desarrollo de la industria y la economía de la zona, generando a su vez una gran cantidad de puestos de trabajo.